Subiendo a Penachi antes de llegar al caserío Botijilla, el río de Penachi, que discurre en épocas de lluvias bravía, baja por las precipitadas pendientes desde su nacimientos den las crestas del Cerro Yanahuanca y forma la pequeña laguna conocida como la ENCANTADA llamada así por que sus aguas son muy cristalinas atraen a los viajeros que, sudorosos y cansados van hacia los poblados andino.Sus aguas frescas y refrescante con peces de escamas brillantes y flores silvestres que adornan sus orillas, convencen a cualquiera para dar refrescante zambullida.
Afirman los lugareños que a pesar de la belleza del lugar este es peligroso porque en la laguna mora el espíritu maligno, y toda persona que se atreve a nadar o reponerse del cansancio en sus aguas, se queda por siempre prisionero del encanto de la laguna, pues en el fondo de las y bajo las rocas grandes que orillan el manantial, el espíritu de una pareja de enamorados, que se atrevieron bañarse, enredados por una fuerza desconocida, se quedaron en el fondo de la laguna.Por eso, en las horas de inquietud, cuando el sol esconde su cabellera en los ocaso, se encuentra sus voces, risas, lamentos y sus cantos como si fueran las ondinas que celebran la permanencia de los enamorados en aquel mundo acuático tan fantástico para soñar.
FUENTE: DIOSES, HOMBRES Y DUENDES AUTOR: RULLY FALLA FAILOC
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