Aniceto fue un brujo famoso, cuya fama tracen dio los limites del pueblo andino de Penachi. Desde los apartados lugares lo buscaban para que les alivie sus males, y su fama de curandero eficaz le granjeo su simpatía de sus clientes que llevaban cargados de regalos para encontrar alivio en las noches profundas de hechicería. Esto le permitió acumular la fortunas y en especial joyas muy valiosas. Pero cuando los años mermaron sus fuerzas físicas, y sintiendo que el viaje sin retornos anunciaba en su frágil desistencia, dejo toda sus fortunas convertidas en un tesoro de valor incalculable, que guardo en un cofre grande y lo llego a una gruta natural del cerro San Antonio pero antes haciendo uso de sus extraños poderes,embrujo por siempre el cofre y su valioso contenido.
Alolejo, el brillo intenso de las joyas relucientes despertaban la anbicion de todo aquel que por alguna circunstancia pasara por ese lugar.
Pero cada vez que alguien se acercaba al valioso cofre, una descomunal serpiente enroscada en este,detenía al intruso. Al mismo tiempo, el cerro San Antonio , como herido en las entrañas , comenzaba a entremesearse , lanzo desde lo alto grandes piedras . Asimismo , una bandada de feroces buitres con garras y picos se lanzaban a impedir que alguien saqueara se acercaba al tesoro , asiendo huir despavorido.
Los lugareños cuentan que el tesoro del brujo sigue sembrando avaricias, y desde le la distancia se percibe el brillo intenso del metal precioso. Pero enterrando de los terribles guardianes del cofre del brujo Aniceto, solo se contentan con observar sus raros destello en las noches de plenilunio o a la hora en que el sol se esconde tras las montes.
FUENTE: DIOSES, HOMBRES Y DUENDES
AUTOR: RULLY FALLA FAILOC